jueves, 3 de noviembre de 2016



Cómo explicar lo inefable? Las palabras son… contradicciones… irresolutas. Los significados no significan las conexiones. Algo sintoniza sin esfuerzo, no hay necesidad de temple ni justeza. El vibrar de una cuerda ocurre en las entrañas, tiemblan la garganta, los labios, el vientre… La vida surge por obra y gracia del contacto, sin contacto. No hace falta escuchar… ni ver… los aromas evocan ese tiempo, el sabor de las lágrimas revela la impotencia.
Un extraño sentimiento de pleno y de vacío se apodera del pecho…y estalla el abrazo eterno ante el abismo.


María Williams

martes, 30 de agosto de 2016

Blue

Las distancias puestas son muchas veces sanas. Objetivarse, ver, observar lejano…
Extraña mi piel su sentido , el cuerpo apretado con otro cuerpo, la mirada penetrante en otros ojos, el roce de las manos en una misma dirección.
Un camino gélido me espera y lo recorro.
Como un túnel azul me acoge y organiza.
Cada paso que doy sigue siendo pétreo. Y avanzo a pesar de los cristales.
No está en mi naturaleza detenerme.
Pero por momentos duele, por momentos la memoria de unas manos duelen.
Caen a borbotones las lluvias de mi vida… ellas también tienen memoria de enjugados.
La soledad es mi amante y mi condena… siempre he tenido una relación masoquista con mis días.
Alguna tarde junto al agua clara, un atardecer frío que cobije su ropa, una noche nublada que arrope un padre ausente, un amanecer luminoso y tierno con olor a tostadas…
Despierta, Morfeo te ha dejado… y sus delirios.
La vida continúa y es un tramo…
Nunca tengo frío porque así subsisto, así me abstengo de lo que no me abraza…


María Williams

martes, 16 de agosto de 2016


Era de esas tardes que nos gustaron siempre…
Entre visillos bordados, tu mirada seguía mis pasos lentos por el parque.
Tras los vetustos marcos, sístole y diástole aceleradas te incitaban a correr.
Un extraño impulso te llevó a tomar la aldaba… mientras el temor a perderte te sujetaba la espalda.
Un sino de melancolía y drama te condujo de nuevo al piano, en el cuál ejecutaste la atormentada batalla de tu alma…
Mi imagen protagonista de cada alucinación no te abandonó nunca.
Tu abandono me acompaña por siglos.
Volví a pasar una y mil veces frente a tu ventana, esperando tus ojos que todavía tengo clavados en los míos… y lo lloré en las letras de infinitas odas.
El fruto de nuestro inmenso e inconcluso amor abonó miles de vidas, cientos de romances nacieron a su sombra… tu música… mis letras.
Hoy, después de tantas vidas sigo sintiendo tus elecciones sin elección.
Valga tanto dolor Federico para justificar el último aliento en el cual alguna vez seremos.


María Williams

viernes, 10 de junio de 2016

Como en una extensa galería de arte, recorro cada imagen, todas me parecen perfectas, cada una evoca un momento, un diálogo, una luna, un amanecer.
Las hago mías al instante, hasta que un duro golpe en el patíbulo sesga el velo y cae.
En espiral retorno viendo en perspectiva, y me duele el desgarrado cuerpo de la Maya.
Clavo un puñal, en cada lienzo, empapado en las aguas de Leteo con el deseo profundo del olvido. Mas el fuego de mi corazón lo seca de inmediato y duele, y continúa abierta la herida y un inmenso anhelo la cose burdamente con tientos trenzados de recuerdos. Caigo en espiral de nuevo al claustro y pienso en el sabio Zaratustra, eterno resurgente … “Estoy hastiado de mi sabiduría … tengo necesidad de manos que se extiendan”

María Williams

jueves, 2 de junio de 2016


Tomada del cayado que forman tus recuerdos, camino entre mutilada y ciega por esta historia. Tu ausencia necesaria y dolorosa, lacera mis ganas y mis anhelos. Mi sino me lleva una y otra vez a transitar por callejones oscuros, donde en cada puerta, en cada ventana asoma algo de vos. Y avanzo, tejiendo una fantástica historia con el hilo que ha dejado ese último acorde.
He de desear ensordecer ante el canto de la sirena, pero me embeleza, me atrae, me cautiva y cual narcótico que no puedo abandonar, sucumbo. Y me da aliento y respiro un día más.
Me regale la muerte un anticipado sueño estigio, para arrancarte del torrente vital que me atraviesa… o será que jamás nos alcanzó tu rayo, Zeus verdugo?

María Williams
Fotografía: MW Octubre 2014

sábado, 26 de marzo de 2016

Se que he perdido tantas cosas que no podría contarlas y que esas perdiciones, ahora, son lo que es mío. Se que he perdido el amarillo y el negro y pienso en esos imposibles colores como no piensan los que ven. Mi padre ha muerto y está siempre a mi lado. Cuando quiero escandir versos de Swinburne, lo hago, me dicen, con su voz. Solo el que ha muerto es nuestro, solo es nuestro lo que perdimos. Illón fue, pero Illón perdura en el hexámetro que la plañe. Israel fue cuando era una antigua nostalgia. Todo poema, con el tiempo, es una elegía. Nuestras son las mujeres que nos dejaron, ya no sujetos a la víspera, que zozobra, y a las alarmas y terrores de la esperanza. No hay otros paraísos que los paraísos perdidos. J. L. Borges

miércoles, 16 de marzo de 2016


Las horas corren como un caminante imparable. Una luz me despierta por la noche cuando asoma a mis latidos tu recuerdo. Hasta la rutina se me ha vuelto extraña con tu ausencia. Me cuestan las palabras.
Capas aislantes me separan del mundo. No puedo ni quiero compartirme con nadie. Mi interior alberga cadáveres malolientes que no consumo ni dejo escapar.
Y Febo vuelve a aparecer, a pesar de mi enamoramiento por la oscura esfera de la noche. Como una bofetada me indica que la vida sigue… sin vos.
Sin embargo la recorro, cual Penélope, entreverando los hilos de mi trama.
El silencio sella mis labios cada día con más insistencia.
Estéril y seca me paseo por los valles sin poder ver.
Me extraño… extraño la que era…
Inexorable el tiempo transcurre entre trabajos, idas al mercado y quehaceres huecos, sinsentidos que actualizan una historia que me niego a vivir.
La tos… que no me ha abandonado … me recuerda que aún respiro y una lejana alarma me trae a mirar el reloj.
Sigo…
Sigo?

María Williams

sábado, 20 de febrero de 2016

Y nos miras... quitándote el sombrero... invitándonos a entrar....

Difícil hacer una semblanza de un grande como Umberto Eco. Cada frase que leo para colocar aquí, me lleva a otra y a otra y transforma este sencillo párrafo en una quimera.
Quedamos huérfanos de un guerrero constante de la profundidad intelectual y la búsqueda de la verdad.
He elegido algo, que como todas las elecciones llevan el peso del ejecutor, pero ahi está para que no lo olvidemos. Jamás una cita suya pondrá punto final al cuestionamiento...
"En el fondo, la pregunta fundamental de la filosofía (igual que la del psicoanálisis) coincide con la de la novela policíaca: ¿quién es el culpable?"
Y nos miras... quitándote el sombrero... invitándonos a entrar....

Gracias Umberto Eco!!!


María Williams