miércoles, 4 de agosto de 2010

Knockout



Te miraba atenta. Tu vista perdida denotaba preocupaciones no resueltas. Me quedé un rato tratando de ver tus reacciones. Parecías concentrado en algo a lo cual yo no podía acceder.

Sin embargo, podía ver en tu rostro la expresión de un luchador. Alguien que había ganado y perdido a lo largo de su vida. Pero veía también la de aquel que, vencido, se dejaba abatir por los puños que llovían sobre si.

Pensé por un momento que me estaba equivocando, pero seguías ahí, absorto.
Recibiendo uno a uno los golpes en tu rostro. Sabías que no te hacían bien. Pero no te animabas a salir de ring.

Sabías que, con sólo decir:¡Abandono!, tu sufrimiento desaparecería. No podías ver que, “Abandono”, tomaba una fuerza increíble, porque era un acto de rebeldía, una decisión de vivir y no una derrota.

Seguías ahí, observando...esperando el siguiente golpe. Deseando estar fuera del ring. En un lugar mejor, en el que realmente deseabas. Pero algo en vos te invitaba a quedarte.

Llevabas el estoico valor de la resistencia. Te enseñaron que hay que soportar.
Resistir, soportar... Cosas que sólo tienen sentido cuando tiene sentido.

No olvidaré tu mirada, perdida esa noche.